martes, 15 de febrero de 2011

Lo que (no) quiero decir.


Extendieron la alfombra roja, con lo que a mí me gustaba la verde, y todos prepararon sus flashes y sus lenguas viperinas para criticar a unos y a otros por la foto más esperada: la de Álex de la Iglesia al lado de Ángeles Gonzalez-Sinde. Los más ignorantes criticaron la situación; “que alarde de hipocresía” decían llevándose las manos a la cabeza. Hipocresía no, protocolo y corrección, y quién esperara no verlos juntos todavía vive en el mundo de yupi, esperando a que Mister Marshall pare por el pueblo a traernos chocolate, cuando ahora ni siquiera lo necesitamos.

La gala ha sido sacada de contexto para ofrecer lo peor de nosotros mismos, el mal corrosivo de este país: la envidia. Muy tiñosa ella, la envidia, disparó sus fotografías sobre lo más frívolo y lo más grave que pasó por esa alfombra roja. El glamour pretendido,titulan, porque nos queremos poner a la altura de los vestidos que pasan por los Oscar y no sabemos hacerlo, dicen, porque el cine español siempre ha sido una mera imitación de Hollywood, en España no sabemos hacer nada bien, comentan, porque el humor de la gala es rancio y cutre, critican. A mí, personalmente, me gustaría ver como iría vestida esa gente que tanto critica los vestidos cómo harían una gala de dos horas aquellos que han puesto a Buenafuente a caer de un burro (catalán), los que dicen que el cine español es una birria. Me hace mucha gracia porque no he visto a ninguna de esas personas llevar con gracia un vestido, ni los he visto hacer un chiste que pueda no ofender a alguien. Y mucho menos, mucho menos, les he visto en el cine viendo ninguna película española.

Con esto no quiero decir ¡ojo! que estuviera bien Asumpta Serna con su folio doblado de Wikileaks, y que Dafne Fernández pareciera salida de una merienda con el Sombrerero Loco gracias a ese vestido, de hecho tal merienda estuvo transitadísima. Con eso no quiero decir que todas las películas sean buenas y que los chistes de Andreu Buenafuente me dejaran sin respiración. Con eso quiero decir que la gente no sabe ver que las actrices españolas –para muestra las nominadas a mejor actriz de reparto- tengan algo que envidiar a las americanas. Con esto quiero decir, que ya quisiera ir Christina Aguilera a los Oscar como Leire Pajín a los Goya (y mira que la de Sanidad va vestida como por Cospedal). Con esto lo que quiero decir es que Alex de la Iglesia quiere una ley sinde mucho más dura (y de dudosa constitucionalidad, oiga), aunque la gente se piense que solo hay una forma de estar en contra de la Ministra. Con esto quiero decir que no sé qué persona se merece aplausos por decir que internet es el futuro (¡Verne del siglo XXI!), cuando los aplausos se los merece más por haberse mordido la lengua y no decir “pero no quiero que el futuro sea gratis, que es lo que estáis pensando”. Con esto quiero decir que nos pasamos cuando criticamos a un niño que, ante el Teatro Real, confunde preposiciones del catalán al castellano, con esto no quiero decir que España se esté hundiendo, verbigracia del plurilingüismo, que dicen unos. Con esto quiero decir que el que Pa Negre haya sido la mejor película y sus actores (catalanes) los mejores no signifique que Cataluña sea superior, o que su cine sea el mejor de este país, el único bueno, que dicen los contrarios a los anteriores. !Cataluña nos salvará! Menos mal que , hasta ahora, y por esa regla de tres, hemos estado regidos por Castilla la Mancha. Y menos mal que esos actores eran de la capital, que nunca ha querido independizarse.

Al final, los que menos se lo esperaban, le tendrán que dar las gracias a Almodóvar.